Un juzgado de Jaca ha ordenado paralizar la construcción de un edificio de tres plantas en Escarrilla y ha señalado para el mes que viene un juicio en el que debe dirimir la legalidad de la obra. El propietario de una de las parcelas cercanas sostiene que el inmueble invade su finca. Las paredes están a unos centímetros de distancia, y cuando éste construyó muchos años antes su chalet tuvo que retrasar --retranquear, en la jerga urbanística-- los muros tres metros del límite del terreno. La entidad municipal de Escarrilla, perteneciente al Ayuntamiento de Sallent de Gállego, recibió en 1998 la titularidad de los terrenos sobre los que años antes había construido la plaza situada en el barrio alto de la localidad. Se la cedió un arquitecto que, posteriormente, obtuvo la recalificación del solar en el que se levanta el polémico inmueble, cuya edificabilidad le había sido denegada tiempo atrás por incumplir la normativa. Varios vecinos mantienen que el terreno sobre el que se asienta la plaza fue cedido al ayuntamiento por sus familias tras segregarlo de una finca de la que, originariamente, también formaba parte el solar comprado por el arquitecto. Sin embargo, añaden, solo formalizaron contratos de carácter privado. El consistorio no aparecía como dueño del suelo de la plaza en el Registro de la Propiedad de Jaca antes de la última cesión, efectuada en 1998. Posteriormente, y a pesar de las denegaciones iniciales del ayuntamiento de Sallent de Gállego y de los informes negativos que emitió la DGA, la parcela fue recalificada para poder levantar un edificio de tres plantas con una edificabilidad de cinco metros por metro. En 1987, no reunía, por falta de espacio, las condiciones para que le fuera aplicada la tasa --diez veces menos densa-- vigente en la zona limítrofe con el casco urbano. En el Periódico de Aragón |
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