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La voz del Pirineo en Zaragoza

La voz del Pirineo en Zaragoza Texto íntegro de la primera intervención del diputado de CHA, José Antonio Labordeta."El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señor presidente.Señorías.Señor candidato a la presidencia del Gobierno.Comenzaré diciéndole que, una vez escuchado su discurso de ayer, el voto del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista va a ser contrario a su investidura como presidente de la Diputación General. Y ello por tres razones fundamentales.La primera, porque el Gobierno PSOE-PAR que nos vuelve a proponer no responde a la mayoría progresista que la ciudadanía reclamó en las urnas el pasado 27 de mayo; la segunda razón, porque no estamos entre quienes creen que «más vale malo conocido», y a ustedes ya les hemos conocido suficientemente a lo largo de los últimos ocho años, y la tercera razón porque su programa de gobierno (si hemos de entender que su programa de gobierno es su discurso de investidura de ayer) no aporta nada nuevo para el futuro. Vuelve usted a prometer, sin el menor sonrojo, todo lo que no han cumplido durante las dos últimas legislaturas.En la sociedad aragonesa, señor Iglesias, sigue habiendo una clara mayoría de izquier-das que votó a opciones progresistas (solo con Chunta Aragonesista ya tendría usted mayoría absoluta). Sin embargo, la composición del Gobierno que usted quiere presidir no refleja la voluntad popular expresada el pasado 27 de mayo. Usted anuncia que va a gobernar con uno de los partidos de la derecha, a pesar de que los votos de Chunta Aragonesista e Izquierda Unida superan a los del PAR. Esto lo tiene que saber también la gente: los votos de Chunta Aragonesista y de Izquierda Unida son más que los del PAR.Una cuestión distinta es que usted sea partidario de renunciar a los principios socialistas, con tal de estar bien considerado, con tal de ser considerado un buen chico y de mantener buenas relaciones con la derecha sociopolíticoeconómicomediática.A usted parece que le va bien así: hay que reconocerlo. Otra cosa es cómo le vaya a ir a Aragón y a la ciudadanía progresista. Y lo sorprendente, lo lamentable para esa mayoría social progresista, es que esta fórmula de que gane la izquierda y gobierne con la derecha está creando escuela: ahora, hasta su querido compañero Belloch le imita e incluso le supera por la derecha: con tal de no reeditar un gobierno de izquierdas PSOE-Chunta Aragonesista en Za-ragoza, es capaz de gobernar en minoría con el PAR: ¡menos mal que buscaba un gobierno de amplia base social! Desde luego, más amplia base social, más amplia base de ciudadanos, tenía en la izquierda. Y podríamos seguir con los casos de Huesca, de Jaca o de otros.En segundo lugar, votaremos en contra porque hemos conocido los gobiernos que usted ha presidido en los últimos ocho años. Usted vuelve a ofrecernos en esta cámara más de lo mismo. Y eso no nos convence. Ya sabemos para qué utilizan ustedes las empresas y los organismos públicos: para hacer clientelismo, para elaborar candidaturas municipales, para funcionar como agencias de colocación de familiares, de amigos y de correligionarios, sin respetar los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. Y, entre tanto, usted ha estado mirando para otro lado. ¿Recuerda su anuncio público (ese que ha recordado usted ahora al señor Alcalde, anuncio hecho a los medios de comunicación, no en este parlamento), el pasado mes de febrero, de que su Gobierno entregaría, antes de las elecciones, toda (no el 98%) la información parlamentaria solicitada? Un incumplimiento más, pero este es de los más graves. ¿Es usted capaz, hoy, aquí, ante la cámara, ante la ciudadanía aragonesa que le sigue, de comprometerse con una fecha concreta, hoy, aquí y ahora, o es tan peligroso lo que tienen ustedes que ocultar de esas empresas? ¿Se compromete o no se compromete, señor Iglesias, a dar no el 98%, sino especialmente ese 2% de datos que falta?, y usted sabe por qué. No mire para otro lado, no le voy a decir lo de Dinamarca, que ya se lo dije en una ocasión.Ya conocemos también la manera que ustedes tienen de entender los servicios públicos: básicamente, vaciando la Administración pública y favoreciendo la privatización: han apostado por crear organismos paralelos que escapan al control parlamentario y social (lo consiguieron con el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, el Inaga, y se les chafó el invento —no sé si momentáneamente— en el caso de la nonata empresa para la evaluación de la dependencia); han renunciado ustedes durante estos ocho años a dar prioridad a la escuela pública frente a la privada, y han renunciado a asumir con decisión el reto de una distribución equitativa de la diversidad en todas las aulas sostenidas con fondos públicos; no han disimulado sus prisas por autorizar la creación de una universidad privada, antes incluso —había que ir a toda prisa— de disponer de un marco legal general del sistema universitario aragonés; se han afanado en privatizar los servicios sociales, renunciando a una gestión pública y universal dirigida a toda la ciudadanía aragonesa; han desvelado su creciente tendencia a derivar servicios sanitarios al negocio privado; y, desde luego, no se han preocupado —ejemplos muy claros hemos tenido— por coordinar los propios departamentos del Gobierno de Aragón implicados en determinadas políticas transversales.Y, por último, señor Iglesias, no contará hoy con nuestro voto porque vuelve a presentarnos sus incumplimientos como nuevos proyectos de futuro, como si usted viniera aquí por vez primera contándonos determinados proyectos. En muchos casos, en casi todos, promete lo mismo ¡por novena vez desde 1999! (eso —digo lo de la novena— limitándonos a contar, simplemente, las dos investiduras anteriores, los seis debates de política general celebrados desde que usted accedió a la Presidencia y su discurso de investidura de ayer): ¡nueve veces, pero no nueve veces en un día: nueve veces desde 1999! ¿Quiere que le recuerde —no hace falta, ¿verdad?— cuántas veces se ha comprometido con la ley de lenguas, con la ley de servicios sociales, con la ley de la montaña aragonesa? ¿O cuántas veces ha anunciado usted en esta cámara la corporación de empresas públicas o la potenciación de los campus universitarios de Huesca y de Teruel? ¿Será por fin esta la legislatura en la que se impulsen de verdad las conexiones ferroviarias y carreteras con Francia? ¿Cuántos nuevos presidentes de Francia, cuántos nuevos primeros ministros, ministros de fomento franceses tendrá que ir a ver usted? Solo, claro, por-que no le va a acompañar nadie del Gobierno central. No tenemos duda de que, al final, a fuerza de insistir, alguno de esos proyectos que lleva prometiendo desde 1999 se hará realidad —como decía Hispano, en la película Gladia-tor: «en esta vida, o en la próxima»...—.Claro, que también ha ido usted perdiendo proyectos por el camino. No todos los que ha ido prometiendo los recuperó ayer. Hay algunos que los da definitivamente por extingui-dos, amortizados: ¿qué fue de su compromiso para constituir el centro aragonés de las artes audiovisuales —le cito textualmente— «para impulsar las políticas aragonesas relativas al cine, al vídeo y a la televisión»?; ¿ya no piensa concluir el Centro Aragonés del Deporte, ahora reducido al atletismo?; ¿y qué fue del instituto aragonés del deporte y del apoyo al deporte de base? —de esto no dijo nada ayer—; ¿cuántos años más habrá que esperar para la creación del instituto aragonés de la cultura y del patrimonio, que la consejera Almunia prometió en su primera comparecencia?Anunciaron a bombo y platillo, con un despliegue en todos los medios de comunicación, en los autobuses, en las vallas..., un plan para irradiar la Expo 2008 al resto del territorio de Aragón. ¿Qué han hecho, más allá de poner en marcha una campaña publicitaria? Hoy por hoy —hay que decírselo a la ciudadanía aragonesa—, la Expo no va a llegar al resto de Aragón. Y esa sí que es una responsabilidad exclusiva de su Gobierno. Ahí no valen ni obispos, ni Roma..., no: Gobierno de Aragón.¿Y de la Ley Estadística de Aragón qué fue?: ¿la retiraron, la citaron? Ya no la cita: ¿ya se han olvidado de ella?Evidentemente, si hemos de entender que su discurso de ayer constituye su programa de gobierno, comprenderá que nos preocupen estas y otras ausencias. De la misma manera que nos preocupan también las amenazas que se cernían sobre Aragón ayer y que siguen vivas hoy.Decía usted ayer, señor Iglesias, que continuarían vigilantes ante la sombra del trasvase. Y es que, efectivamente, es una amenaza, de nuevo es una amenaza, que proviene también de su propio partido, del PSOE, no solo del PP, como decía usted ayer. El mismo, su partido, que votó en el Congreso y en el Senado, diputados y senadores aragoneses que están bajo su responsabilidad orgánica, junto al PP (después de haberlo hecho en el parlamento valenciano), el Estatuto de esa comunidad, en el que se reconoce a sus ciudadanos ese derecho al trasvase. Los mismos (PSOE y PP, no solo PP) que impidieron que el Estatuto aragonés blindara el Ebro, y nos facilitara instrumentos para defender nuestros recursos. El mismo trasvase que hace unos días, en un debate como este de hoy, pero en las Cortes Valencianas, defendieron tanto el presidente del PP como el presidenciable y candidato alternativo, del PSOE. ¿Puede usted garantizar, señor Iglesias (candidato a la presidencia del Gobierno de Aragón, presiden-te en funciones, secretario general del PSOE de Aragón, presidente del Grupo Parlamentario Socialista en estas Cortes), que su partido, con una mayoría absoluta en el Congreso, no volverá a plantear el trasvase del Ebro, al igual que el PP, que lo anuncia sin tapujos? Chunta Aragonesista seguirá oponiéndose, aquí, allí y donde haga falta, a cualquier intento de resucitar el trasvase.Frente a los logros de los estatutos de otras comunidades autónomas, Aragón seguirá padeciendo las insuficientes inversiones del Estado en infraestructuras —ayer llegaron ya a un acuerdo con Cataluña—. Mientras que vemos que en Cataluña o Andalucía los presupuestos vigentes generales del Estado del año 2007 ya han traducido las disposiciones estatutarias del estatuto catalán y del estatuto andaluz, y las otras comunidades (Baleares, Canarias...) se disponen a hacer lo propio, Aragón sigue a expensas del Gobierno de Madrid de turno. ¿Quién o qué va a garantizar nuestras inversiones en los próximos años? Ya le hice una pregunta parlamentaria al respecto: se fue por los cerros de Úbeda. Hoy, aquí, ante la cámara, ante la ciu-dadanía aragonesa que nos ve, diga usted qué cifra incluirán para Aragón los presupuestos generales de 2009 (no de 2008) y de los años siguientes —anúncielo usted, dígalo, reconozca la sequía en esas inversiones, mientras que los demás se las han asegurado—, una vez materializadas las inversiones específicas de la Expo de 2008. Si llevamos décadas —y usted lo ha dicho más de una vez— de retraso en infraestructuras, ¿por qué ser justamente nosotros, y no los demás, los que nos quedemos fuera de juego en una cuestión tan importante?Además, Zaragoza y Aragón vienen contribuyendo como nadie a la denominada «defensa nacional», con una gran parte de su suelo hipotecado por instalaciones militares. Ello no ha sido tenido en consideración a la hora de ubicar aquí instalaciones productivas y deseadas por nuestros ciudadanos. Pero, curiosamente, aquí, donde más contestación ha tenido la base americana, donde se ha rechazado masivamente la guerra de Irak, uno de los lugares más castigados por acciones terroristas, precisamente aquí, en Zaragoza, en Aragón, es donde se plantea (con su inexplicable y sorprendente beneplácito y con el del alcalde de Zaragoza) la instalación de la base principal de espionaje militar de la OTAN. Y aplauden ustedes con las orejas.¿Ahora resulta que es bueno para Zaragoza y para Aragón convertirnos en un objetivo militar estratégico y terrorista internacional? ¿Es eso compatible, acaso, con la declaración de Zaragoza como sitio emblemático de la paz? ¿Vamos a permitir que se hipoteque el futuro del principal aeropuerto de Aragón? Esa es otra de las tantas amenazas contra las que desde luego mi grupo parlamentario seguirá luchando.También nos advierten los agentes sociales (Comisiones Obreras anteayer mismo) acerca de las limitaciones del modelo de crecimiento económico aragonés con el que a usted tanto se le llena la boca con tanta frecuencia. Es un crecimiento sustentado en sectores de muy baja productividad y con escasa capacidad para generar valor añadido, como es el caso de la construcción y de algunas actividades de servicios. Está provocando uno de los índices de productividad más bajos y una de las tasas de temporalidad más altas en el empleo.Señor candidato, basar nuestro crecimiento en sectores que precisan mano de obra poco cualificada, precaria y con bajos salarios, supone una amenaza para el futuro de ese crecimiento y un obstáculo para lograr la cohesión social. Y así se empieza a percibir en los índices de pobreza relativa y de vulnerabilidad social.En ese escenario de mileuristas (e incluso de seiscientoseuristas), con contratos precarios, deben preocuparnos las crisis que se están produciendo en zonas industriales históricas de Aragón, como Huesca, Barbastro, Monzón o el Aranda. Ellas nos indican que su Gobierno ha carecido hasta ahora de una política industrial digna de tal nombre. El Gobierno debe llevar la iniciativa, debe anticiparse —se lo hemos dicho muchas veces—, y no ir dando palos de ciego corriendo detrás de los problemas. En el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, vamos a trabajar, como primera prioridad, para defender el máximo nivel de calidad en la prestación de los servicios públicos, y para garantizar la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas (tanto de quie-nes ya vivíamos aquí como de la población inmigrante que se incorpora a nuestra sociedad). Podrá encontrar, señor Iglesias, el apoyo de nuestro grupo para que la educación pública reciba el 6% del producto interior bruto (cuando ahora no llegamos al 4%), o para que se garantice una atención primaria de diez minutos por paciente, o para reducir las listas de espera en el Salud; pero nos encontrará enfrente si su Gobierno pretende continuar con la política de privatizaciones en los servicios públicos.Ya sabe que apoyaremos desde Chunta Aragonesista la política de construcción de vivienda protegida para poder dar respuesta a la demanda existente y para favorecer la emancipación joven. Podrá contar con nuestro grupo para impulsar el alquiler de viviendas, la rehabilitación de nuestras ciudades y la puesta en uso de las viviendas vacías; pero nos tendrá enfrente si pretende que el promotor público se dedique a especular.Para Chunta Aragonesista es imprescindible que esta legislatura los poderes públicos aragoneses se comprometan seriamente por la defensa de un urbanismo sostenible y no especulativo, y promuevan el equilibrio territorial respetando el medio ambiente. Podrá encontrar nuestra colaboración para aprobar, ¡de una vez!, una ley de la montaña y para reformar las Leyes Urbanística y de Ordenación Territorial, en pos de los objetivos que acabo de señalar; pero, si quiere continuar mirando para otro lado o lavándose las manos, mientras prosigue la depredación del Pirineo o la marbellización de la estepa, sepa que nos tendrá enfrente.El Grupo Chunta Aragonesista trabajará para garantizar el desarrollo y una vida digna en nuestros pueblos, y vigilaremos atentamente la aplicación en Aragón de la Ley estatal y de los fondos del Programa Europeo de Desarrollo Rural. Esperemos que no continúen con su nefasta política de cierre de instalaciones rurales (como ha ocurrido con los mataderos), de cierre de servicios o de trasvase de médicos a las zonas de salud urbanas.Sin duda, el mayor reto de nuestro tiempo es el de hacer frente al cambio climático. Chunta Aragonesista respaldará al Gobierno si se compromete en serio con una política transversal/integral frente al calentamiento global, y si apuesta por una política medioambiental digna de tal nombre; pero si continúan ustedes plegando la política medioambiental a intereses privados, contarán con el rechazo de nuestro Grupo.Señor Iglesias, ya sabe que Chunta Aragonesista rechaza y rechazará rotundamente cualquier intento de trasvase del Ebro a otras cuencas, pero también sabe que apostamos por la nueva cultura del agua con el objetivo de hacer compatibles, por un lado, la defensa de nuestros ríos y valles, y, por otro, el uso racional del agua y los regadíos más modernos. No aceptaremos que se usen unos criterios, los de la nueva cultura del agua, para defender el Ebro en Bruselas o en Madrid, para luego olvidar esos principios en casa a la hora de planificar la política hidrológica que le afecta a nuestro país.Chunta Aragonesista exigirá un fuerte impulso a las políticas de investigación y desarrollo. Por cierto, atrévanse de una vez a concretar su supuesto compromiso en términos concretos de porcentaje de producto interior bruto, que es como se miden estas cosas, para que de verdad tiendan a ese 3% del PIB que exige la convergencia europea —ahora, Aragón está muy por debajo de la media española—.Y ¿qué pasa con el software libre? ¿Se comprometen o no a implantarlo en la Admi-nistración, con todo lo que ello conlleva, y como han hecho en Extremadura y en otras comunidades autónomas con presidentes del PSOE?¿Se constituirá en esta legislatura la Cámara de Cuentas de Aragón? Seis años después de la aprobación de la ley que la regula, nuestro grupo sigue dispuesto a elegir al primer Auditor General de Aragón con la misma responsabilidad del primer día. A ver si ustedes se animan, que ya va siendo hora. Y digo «ustedes» porque, señor Iglesias, aunque usted le ha contestado al señor Alcalde que lo tienen que decidir los grupos parlamentarios, a nadie se le escapa que usted, además de candidato a la presidencia del gobierno, es presidente de un grupo, del mayoritario, y el señor Biel, de otro. Y, con lo que mandan ustedes dos y cómo mandan, yo creo que ya se sabe de quién depende o no depende que vaya a haber Cámara de Cuentas de Aragón y que vaya a haber o no vaya a haber Auditor General de Aragón. No miren para otro lado. Los dos presidentes de dos de los grupos que tienen mayoría para elegir al presiden-te del gobierno también tienen para decidir la Cámara de Cuentas de Aragón, con el apoyo de los demás. Pero ustedes son presidentes de dos grupos parlamentarios. Mire, en el fondo de la cuestión se trata de saber si les interesa o no les interesa velar por la transparencia y la legalidad de la gestión pública; es decir, si quieren o no que las cuentas estén claras. No diga que depende de los grupos parlamentarios, que ahí hay dos, que ustedes mandanEncontrará el apoyo de nuestro grupo para impulsar la creación e innovación en las artes e industrias culturales, o para proteger y recuperar el patrimonio cultural aragonés y también la memoria histórica, o para fomentar la identidad aragonesa en todas sus manifestaciones, lo cual incluye también el desarrollo de nuestro Derecho Foral.De todo esto, ayer no dijo usted nada. ¡Cero! Ni mencionó la documentación aragonesa del Archivo de Salamanca, a cuya recuperación se comprometieron, ni las piezas aragone-sas de Sijena que están en Cataluña, ni el resto del rico patrimonio cultural emigrado o expo-liado que se halla fuera de Aragón. ¡Es curioso que usted, en cuestión de patrimonio, solo se acordó ayer, solo citó ayer los bienes eclesiásticos, justamente aquellos que se encuentran fuera de su jurisdicción, que, como usted dijo, se trata de un conflicto de la Iglesia católica! Lo cita. Chunta Aragonesista quiere, por supuesto, que vuelvan esos bienes, pero ¡también todos los demás que estoy diciendo, en los que la Diputación General sí tiene mucho que decir y hacer, más que en los bienes eclesiásticos!Para desarrollar lo más rápido posible los preceptos del Estatuto de Autonomía, estaremos a su lado, y especialmente si usted asumiera que ha llegado el momento de poner en valor y de actualizar, como dicen la Constitución y el Estatuto, los derechos históricos de Aragón, precisamente ahora, cuando se cumplen trescientos años de su derogación por derecho de conquista por Felipe V, el primer Borbón. Para exigir la devolución de la Hacienda foral, que es la principal joya perdida y todavía no recuperada, desde luego puede contar con nosotros.También podrá contar con nuestro apoyo para corregir las lagunas del nuevo Estatuto, reclamando que, mediante acuerdos bilaterales, se garanticen tanto las inversiones del Estado no comprometidas, de manera proporcional a nuestra superficie, como el pago de la deuda histórica acumulada durante décadas, como sí han conseguido otras comunidades autónomas con presidentes del PSOE más reivindicativos. Pero, si su gobierno pretende aceptar que ca-minemos un paso —o diez— por detrás de otras comunidades autónomas, no cuente con nosotros, ya lo sabe —eso está cantado—. No encontrará en nosotros ese apoyo, sino nuestra oposición.Si su gobierno defiende con firmeza los intereses de Aragón ante el gobierno español, contará con nuestro apoyo. Estaremos ahí para exigir las inversiones que nuestro territorio demanda para impulsar las conexiones con Toulouse y Burdeos mediante la doble Y griega ferroviaria y viaria, y también para mejorar nuestras carreteras, las que pasan por nuestro territorio y que pertenecen a la red estatal, para mejorar nuestros aeropuertos, para mejorar el ferrocarril convencional, que garantice la intermodalidad, que vertebre el territorio y haga viables nuestras plataformas logísticas. Pero, para agachar la cabeza, para pedir perdón por existir, para representar el conformismo y la sumisión, para eso no cuente con nosotros; ya sabe usted que no —nosotros nos conocemos, pero usted también nos conoce—. Porque Ara-gón, tristemente, en contra de lo que usted dijo ayer, ni ha ganado todavía ni gana en el momento presente peso político específico. Con sus propuestas, por mucho que usted lo repita y por más que cuente con quienes se lo amplifiquen hasta la náusea, Aragón no va a dar ningún salto cualitativo. Con eso, con las mismas recetas, Aragón no va a experimentar ningún impulso sustancial en el conjunto del Estado. Así no pasaremos de ese Aragón Aragoncico, el Aragoncico de ir tirando mal que bien, pero nada más. ¡Nada más! Y eso es grave, porque ustedes están consiguiendo adormecer y rebajar las aspiraciones del pueblo aragonés. No entendemos que ustedes puedan considerarse ufanos y orgullosos por lograr eso, que nosotros consideramos lamentable para el país.Señor Iglesias, el nivel de exigencia de sus gobiernos a lo largo de los últimos ocho años ha sido tan bajo que cualquier pequeño paso que dan lo han ido vendiendo como un gran paso para la humanidad. Más allá del marketing, tienen ustedes mucho trabajo pendiente. Por el bien del Aragón del presente y del futuro, por el bien de esta pequeña nación a la que nos debemos, desde el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista le deseamos, de verdad, suerte y acierto en el empeño, porque Aragón se lo juega.Muchas gracias. [Aplausos finales desde los escaños del G.P. Chunta Aragonesista.]"

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