CHA considera a Arguilé “un problema” para el sector ganadero y reclama la intervención del presidente Iglesias “Iglesias es el responsable último de su nefasta política y del servicio público de recogida de cadáveres animales, que está generando problemas medioambientales y riesgos para la seguridad alimentaria”, afirma el diputado Salvador Ariste.
“Ahora mismo, los buitres, los precios y el consejero Arguilé son los principales problemas que tienen el sector ovino aragonés”. Así lo ha manifestado el diputado Salvador Ariste, que ha criticado duramente las declaraciones del consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé en las que duda de la veracidad de los ataques de los buitres a ganado vivo e insinúa que los ganaderos afectados mienten. “Arguilé suele hablar poco, pero cada vez que lo hace indigna a todo el sector ganadero”, afirma Ariste, que recuerda que hace unos meses, en sede parlamentaria, el consejero ya tachó de “negligentes, indolentes y descuidados” a los que no habían comprado todavía los contenedores para participar en el sistema de recogida de cadáveres animales, a pesar de que había sido el propio departamento de Agricultura el que les había dado una moratoria de un año para hacerlo. Ariste ha reclamado la intervención inmediata del presidente del Gobierno, Marcelino Iglesias, no sólo para obligar a pedir disculpas a Arguilé, sino porque considera que es responsable último de la “nefasta” política ganadera que está aplicando el departamento de Agricultura, y concretamente sobre el servicio público de recogida de cadáveres animales. “Este servicio es el que está generando los problemas medioambientales, como los ataques de los buitres, y de riesgos para la seguridad alimentaria que se han dado en Aragón en los últimos meses”, ha afirmado. Respecto a la negativa de Arguilé a modificar el servicio, Ariste recuerda que hace unos días fuentes de su propio departamento habían dicho lo contrario: “está claro que este servicio es un empecinamiento personal del consejero, que no atiende a razones”. El portavoz de CHA considera que, independientemente de lo poco acertada que sea la normativa comunitaria sobre recogida de cadáveres, a la que responde el servicio público aragonés, “sí es cierto que ofrece suficientes mecanismos para aplicarla con mayor racionalidad y flexibilidad, y eso sólo es cuestión de voluntad política y sensibilidad, que es justo lo que le falta al ejecutivo aragonés”.
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